Ciclo
Y mientras aquí, perdidos en el espacio, seguimos luchando sin remedio, al cansado “inquehacer”
de vivir.
Completamente consciente, puesto que es momento de sentir.
Encontrando de manera ferviente el deseo de seguir constantemente, tal vez perdidos, tal vez aunados
en papeles escritos de lo que fuimos, siempre preguntándonos qué.
Y eso es lo que me pregunto, por qué? Yo trataba, de buscar de nuevo intentaba, creía pasarla bien
mientras volaba, ahora lo noto, realmente imaginaba creer en el poder de tu ímpetu, alargando el YO hasta que el ego te coma,
hasta que tus propias manos asfixien la oportunidad que tienes para formar tu felicidad, no la utópica, sino la real. Mantenerme
de ese modo, queriendo ser leal, deseando un momento de luz, algo mas que me deja ver cómo todo cae dentro de la misma espiral…
Manejado, espiral trazado con líneas de angustia que motivan a la verdad del quién sos.
Tal vez las palmeras te guíen a tu permanencia, tal vez el sol testifique… que de esto soy
parte, y que de mi lado nunca se separe. Porque hoy es un buen día, un día que pinta animoso, y es que comparto ese gozo,
prolongado y bien iniciado, los labios se topan y que las lenguas buscadoras solo saben encontrar ese néctar tan propio del
otro, sumergidos en lo sonoro… acústico acorde que me frecuencia en tu canal, nota por nota, de pronto a tu tono, y
con cada resonar me siento mas cerca al eco de tu voz. Y en este trance, de comunión permitida cerramos el círculo que comenzó
hace varias vidas. Y de las que jamás escaparemos…
L.A.M.A
Mayo, 2007
Una noche de cielo algo nublado,
casi sin estrellas y la luz de la luna reflejada en tus ojos.
Esta vez tendrías q escucharme,
dejarme decir lo q siento, esta vez no te darías la media vuelta y no dirías “lo lamento” para luego decir nada
mas, decidida a ello te fui a buscar, porque yo no entendía q lamentabas, yo en verdad siento que no podamos estar juntos,
que no quieras regresar conmigo, que no perdones mis errores, pero …¿tu, que lamentas? Y esa noche estabas dispuesto
a responder “con la condición de que en serio ya no te siguiera, ya no te buscara nunca mas” dijiste “ hoy
esto va quedar claro y terminado” tu tono era enojado, hastiado.
Tu voz jamás volvió a ser
dulce o tierna, siquiera cortes conmigo, porque yo cometí un error haces meses. Maldito el día en que ese hombre se atravesó
en mi vida, su auto lujoso, los escoltas y esa sonrisa vacía. “que guapo es” dijo alguien al lado mío.
Entró y cuando el se sentó
mas de dos de mis compañeras estaban frente a él, listos para tomar su orden, él rió con un dejo burlón y me señalo a mi que
atendía a una joven pareja, tronó los dedos y el gerente me hizo una seña con la cabeza para que me apurará a atenderlo.
Tomó whisky toda la noche,
tirado en alcohol, y ahogado en lagrimas, si no hubiese sido porque era muy prepotente hasta hubiera podido sentir compasión por el. Tomándose un caballito de
tequila, Marcela, mi compañera dijo con un tono amargo que con todo ese dinero quien fuera él para ahogar sus penas en whisky
caro mientras uno se fregaba trabajando, antes de que pudiera si quiera pensar
en lo que decía él me volvió a llamar pidiéndome otro whisky; cuando llego la hora de cerrar me acerque a él para ayudarle
a levantarse y entonces torpemente trató de acariciarme, me jaló hacia el y me sentó en sus piernas…y entonces fue cuando
lo propuso; sabias que necesitábamos el dinero y fue solo una noche …no
deje de pensar en ti ni un instante no deje de pensar en ti ni un instante, no hubiera querido aceptar pero…
Trate de explicarte al día
siguiente cuando llegué y te encontré en la puerta con mis maletas afuera, yo
hablaba pero tú no escuchabas, no me veías…
Marcela me aceptó en su casa,
pero todos los días te busque, hasta este que has decidido hablar conmigo y tenia que ser
realmente convincente, pues después de este no iba a haber otro tal vez.
De frente a ti y con el rostro
lleno de lagrimas te pedí perdón, te dije cuanto te amaba, te rogué por una oportunidad, pero tu reíste irónicamente y me
contaste que quien te dijo que esa noche te había ido con aquel hombre fue Marcela, que te habló y nos siguieron en tu auto,
y “tuviste que constatar como me prostituia” , me tomaste fuertemente con las manos el rostro y con una gran ira
en tu mirada me dijiste que alguien q se amaba tan poco no podía amara a alguien mas, que lamentabas haberte enamorado d alguien
que no existía, de una mentira mía.
Te diste la media vuelta,
dispuesto a irte, yo trataba de detenerte pero me empujaste y caí al suelo, y al ver como te alejaba ya no pensé mas. Al lado
mío había una piedra muy pesada, no se como logre levantarla…no se como, pero lo hice y la estrelle contra tu cabeza,
caíste inmediatamente y entonces empecé a gritar, y me recorrió una desolación terrible, te di la vuelta tratando de ayudarte,
pero ya no respirabas y tu mirada estaba apagada; yo estaba temblando de horror y recordé que en un parque cercano estaban
removiendo la tierra para una construcción.
Eran las 11:45 p.m. cuando
regresé a darme un baño y cambiarme para ir como todos los días a ese bar en
donde toda mi pesadilla había empezado.
Desde esa noche no puedo
dormir, no puedo siquiera cerrar los ojos sin recordar mis manos llenas de sangre y tierra de tu tumba improvisada, y el frío
de mi alma que jamás se va…que dejó una noche de cielo nublado, casi sin estrellas, y la luz de la luna reflejada en
tus ojos…inexpresivos…muertos.
S.M.P.
2007
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